La marcha de las máquinas: La mano de obra robótica de Amazon y el futuro del trabajo

Los robots están cada vez más presentes en los titulares. Tanto si se trata de robots domésticos para realizar las tareas del hogar como de robots industriales con potencial para transformar industrias enteras, parece que estamos al borde de una nueva era de las máquinas. En el Salón Internacional de la Electrónica de Consumo de Las Vegas -elescaparate anual de la industria de la alta tecnología- los robots estaban por todas partes: desde el robot de reparto de Robomart hasta el Laundroid de Panasonic, que dobla la ropa con gran facilidad.
Sin embargo, pocas organizaciones han sido tan innovadoras a la hora de introducir robots en el lugar de trabajo como el gigante mundial del comercio electrónico y la computación en la nube, Amazon. Con más de 80 centros de distribución en todo el mundo, las operaciones logísticas de Amazon mueven millones de paquetes al día, lo que requiere una enorme mano de obra (o asociados) que se encargan de recoger, empaquetar y enviar todo tipo de productos, desde libros hasta lavadoras. Pero entre sus compañeros de trabajo humanos, los robots, o droides, se utilizan cada vez más para completar tareas que antes se realizaban a mano.
Desde 2014, Amazon ha ido introduciendo robots en su red mundial de centros de distribución. Según estimaciones recientes, 100.000 robots realizan tareas que antes hacían los empleados, y este sistema de almacén automatizado sigue creciendo exponencialmente. En 2012, Amazon adquirió Kiva Systems por 775 millones de dólares, y la rebautizada Amazon Robotics está ahora a la vanguardia de la automatización de almacenes, con ambiciosos planes para hacer que los robots sean fundamentales para el crecimiento futuro de la empresa.
¿Qué significa esto para la mano de obra humana y, lo que es más importante, para las habilidades necesarias para competir en la próxima era de los robots? Al comentar los cambios en la naturaleza del trabajo desde la Revolución Industrial, el historiador israelí y autor de best-sellers Yuval Noah Harari cree que a medida que las industrias cambiaban en siglos anteriores se creaban nuevos puestos de trabajo. Harari afirma que "a medida que las antiguas profesiones quedaban obsoletas, evolucionaban otras nuevas, y siempre había algo que los humanos podían hacer mejor que las máquinas".
A medida que la gente pasaba del sector agrícola a las fábricas y luego a las industrias de servicios, la posibilidad de nuevos empleos y la necesidad de nuevas habilidades aumentaron durante el siglo XX. Harari cree que las cosas pueden ser diferentes a las del pasado y que millones de puestos de trabajo en el sector de los servicios están amenazados por la automatización de una forma que no tiene precedentes en comparación con siglos anteriores.
Amazon ofrece un interesante estudio de caso sobre cómo puede ser el futuro del trabajo. La empresa sigue añadiendo personas; los humanos siguen superando a los androides a la hora de recoger los artículos de distintos tamaños de las estanterías, por ejemplo. La empresa también ha añadido 80.000 personas en sus operaciones de almacén para formar un total existente de 125.000, incluso desde la introducción de los robots Kiva. Dave Clark, alto ejecutivo a cargo de las operaciones de Amazon, cree que la historia demuestra que la automatización aumenta tanto la productividad como la demanda de los consumidores, lo que significa que los trabajadores de los almacenes seguirán trabajando en un entorno tecnológicamente innovador.
Por otro lado, un informe del Reino Unido, pinta un panorama más pesimista del futuro del trabajo frente a la automatización. En un informe de marzo de 2017, la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) sugiere que el 38% de los puestos de trabajo en Estados Unidos podrían correr un alto riesgo de automatización ya en la década de 2030, en comparación con el 30% en el Reino Unido, el 35% en Alemania y el 21% en Japón, y que los mayores riesgos los corren los trabajadores de sectores como la fabricación, el comercio minorista y el transporte.
Sin embargo, para Amazon y otras organizaciones que se enfrentan a la automatización, sigue habiendo oportunidades para las habilidades avanzadas, como la ingeniería de software, el diseño de máquinas y una serie de otras tareas innovadoras que siguen dependiendo de la creatividad y el ingenio. Además, el informe de PwC también pinta un panorama más prometedor para aquellos trabajadores con una cualificación de educación superior. El informe sugiere que los trabajadores con educación secundaria o inferior se enfrentan a un riesgo de automatización del 46%, mientras que, para los que tienen un título universitario o superior, la cifra se reduce al 12%.
Si Amazon nos enseña algo, la "marcha de las máquinas" amenaza el empleo de muchos trabajadores, pero, al igual que con los cambios anteriores en la naturaleza del trabajo, aquellos individuos dispuestos a invertir en su futuro siguen siendo las personas más capaces de adaptarse a un nuevo entorno. A medida que los robots sustituyen las tareas más repetitivas, el papel del logista experto o del ingeniero de software pasa a ser primordial para mantener en funcionamiento los procesos más productivos y eficientes. Amazon demuestra que la automatización aumenta la productividad y la demanda de los consumidores, y esto es una buena noticia para las personas dispuestas a aprender y reciclarse para afrontar los retos del futuro.