Así que... ¿es hora de dejar ese mal hábito?

El experto del Excelsior College, el Dr. Gary McClain, es un terapeuta, defensor de los pacientes y escritor especializado en ayudar a los clientes -así como a sus familiares y cuidadores profesionales- a afrontar el impacto emocional de las enfermedades crónicas y potencialmente mortales. En este artículo, el Dr. McClain explica la importancia de deshacerse de los malos hábitos y las formas en que usted puede empezar a practicar nuevas conductas de aprendizaje positivas y rutinas diarias.

¿Tiene un hábito usted'd gustaría deshacerse de?

¿Se muerde las uñas? ¿Procrastinar? Bien, acabo de contar a usted dos de mis malos hábitos. Ahora, ¿qué hay de usted?

Nadie es perfecto. Y nuestros malos hábitos son ciertamente una prueba de nuestra imperfección. Ahora bien, ¿cómo podemos deshacernos de ellos?

Para responder a esa pregunta, echemos primero un vistazo a los propósitos que pueden tener los malos hábitos. Los hábitos pueden ayudarnos a sobrellevar los momentos de estrés. Comer en exceso o gastar más de la cuenta, por ejemplo, pueden ayudar a usted a superar un momento difícil. Reconfortante a su manera, al menos hasta la próxima vez que usted se suba a la báscula o reciba la factura de su tarjeta de crédito. Los hábitos también pueden ser una forma de evitar una situación incómoda, como decir que sí a todo. O los hábitos pueden ser una forma de llenar el tiempo cuando usted no sabe qué más hacer, como perderse en el país de la televisión.

Lo que hace que un hábito sea difícil de romper es que los hábitos cumplen su función. Nos ayudan a superar los momentos de estrés. Llenan el tiempo cuando no sabemos qué más hacer. El problema es que nuestros hábitos no sólo pueden ser malos para nosotros, sino que también pueden crear más problemas, e incluso poner en riesgo nuestro bienestar.

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