Las enfermeras pueden marcar la diferencia en la política sanitaria

El primer paso para abogar por un cambio en la política sanitaria es estar al tanto de lo que ocurre en la reforma sanitaria. Mientras el Congreso debate los méritos de la Ley de Asistencia Asequible (ACA) y considera alternativas, las enfermeras pueden abogar por cambios que aporten resultados positivos a la atención de los pacientes. Mientras se desarrollan estos debates, tenga en cuenta cómo los cambios propuestos, y el desmantelamiento de la Ley de Asistencia Asequible, afectarán a los pacientes que usted ve cada día.

La ACA no era perfecta, y era de esperar que se necesitaran modificaciones con el paso del tiempo. Sin embargo, fue un primer paso hacia la reforma sanitaria y generó muchos cambios positivos. Algunos de ellos fueron: la ampliación de la cobertura para la salud mental y el abuso de sustancias, la posibilidad de que los niños sigan con el seguro de sus padres hasta los 26 años, la cobertura obligatoria de las enfermedades preexistentes y el aumento de la financiación para la atención preventiva. Estos son sólo algunos beneficios; hay muchos más. Todo esto está ahora en peligro, ya que el Congreso se enfrenta a la enorme tarea de construir un nuevo sistema sanitario. ¿Cómo sufrirán sus pacientes si desaparecen estas prestaciones? ¿Cómo sufrirá la sociedad?

Hay más de tres millones de enfermeras en EE.UU. Su sola voz puede marcar la diferencia, y muchas voces juntas pueden marcar una diferencia aún mayor. La Asociación Americana de Enfermeras ha elaborado un conjunto de herramientas para que las enfermeras aboguen por cambios en las políticas. Hay instrucciones para tareas más humildes, como enviar un correo electrónico a los representantes del Congreso, y para actividades más ambiciosas, como escribir una carta a un editor o visitar un ayuntamiento del Congreso. No importa qué tarea adopte usted : todas son valiosas y pueden marcar la diferencia en el resultado de las decisiones de política sanitaria. Colectivamente, nuestras voces pueden ser fuertes, pero no hacer nada consigue exactamente eso: nada. Consideren la posibilidad de dedicar un momento de sus ajetreadas vidas a abogar por cambios en la política sanitaria que repercutan positivamente en los resultados de la atención al paciente. usted puede marcar la diferencia.