Entender la demencia y la enfermedad de Alzheimer

En una carta abierta al público estadounidense en octubre de 2018, la jueza Sandra Day O'Connor conmocionó al público estadounidense con la revelación de que se le había diagnosticado una demencia en sus primeras etapas. Hace años, tomó la difícil decisión de renunciar a su puesto como primera mujer juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos para cuidar de su marido, John, al que se le había diagnosticado demencia. Siendo una de las mentes jurídicas más poderosas y brillantes de nuestro tiempo, el diagnóstico de la jueza O'Connor pone de manifiesto la imprevisibilidad de la demencia y que ésta puede afectar a cualquiera en cualquier momento.

¿Qué es exactamente la demencia?

Según el Informe Mundial sobre el Alzheimer 2018, es nuestra enfermedad más temida que desarrolla alguien cada tres segundos. La probabilidad de desarrollar demencia aumenta con la edad, pero muchos adultos mayores no saben que la tienen. De los 5,7 millones de estadounidenses que tienen demencia, solo la mitad tiene un diagnóstico formal por parte de un médico. Aunque la demencia suele utilizarse indistintamente con la enfermedad de Alzheimer, no son lo mismo. La Clínica Mayo describe la demencia como "un grupo de síntomas que afectan a la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales con la suficiente gravedad como para interferir en el funcionamiento diario". El Alzheimer es uno de los tipos más comunes de demencia, seguido de la demencia vascular y la demencia por cuerpos de Lewey.

La demencia puede hacernos sentir impotentes, ya sea como profesionales de la salud o como individuos que buscan mantenerse sanos de mente y cuerpo. Los síntomas sutiles de la demencia suelen comenzar años o incluso décadas antes de que se produzca el diagnóstico. Entonces, ¿qué podemos hacer, ahora mismo, para reducir nuestro riesgo de desarrollar demencia? Las recomendaciones de los estudios varían. Algunos profesionales recomiendan permanecer en la escuela hasta los 15 años para evitar el aislamiento social. Por otro lado, puede resultar confuso determinar cómo prevenir la demencia. Sin embargo, es imprescindible intentarlo. Un informe de 2017 de la Comisión Lancet sobre Prevención y Atención de la Demencia afirma que hasta un tercio de los diagnósticos de demencia podrían ser prevenibles. La Asociación de Alzheimer ofrece estas pautas de prevención:

    • No fumes
    • Mantener los niveles de presión arterial, colesterol y azúcar en sangre dentro de los límites recomendados
    • Llevar una dieta sana y equilibrada
    • Ejercicio
    • Limitar el consumo de alcohol

La investigación sobre la prevención y el tratamiento de la demencia se está ampliando, y regularmente aparecen nuevas e intrigantes recomendaciones. Manténgase informado. Evalúe lo que lee usted y asegúrese de que las recomendaciones están basadas en pruebas. Al fin y al cabo, la demencia no sólo afecta a la persona diagnosticada, sino también a los seres queridos, las familias, los profesionales sanitarios, las comunidades y las naciones. Encontrar una cura y tratamientos para detener la progresión de la enfermedad se está convirtiendo rápidamente en una prioridad mundial.

¿Está interesado en aprender más sobre la demencia y la enfermedad de Alzheimer? Consulte HSC 416 Introducción a la Gerontología, o a nivel de postgrado, PBH 647 Poblaciones Vulnerables.