Son las 3 de la mañana y una alarma empieza a sonar en el museo de arte. Para cuando llega la policía, un cuadro de valor incalculable ha sido robado. La galería está hecha un desastre. Fragmentos de cristal, huellas de pisadas sucias, retazos de tela y unos mechones de pelo son las únicas pistas que quedan. El mundo del arte se desespera, pero los detectives del caso no lo hacen porque saben que incluso esta escena del crimen incruenta contiene todas las pruebas que necesitan para localizar al ladrón.
Desde que se cometen delitos, se han utilizado pruebas en el lugar del crimen para ayudar a resolverlos. Hoy en día, con herramientas de análisis cada vez más detalladas a disposición de los científicos, la medicina forense es una baza poderosa no sólo para atrapar a los delincuentes, sino también para conocer los motivos y los métodos del delito.
¿Qué es la ciencia forense?
La ciencia forense utiliza el análisis científico para examinar las pruebas criminales y apoyar la toma de decisiones en un tribunal de justicia. Dado que las "pruebas" pueden abarcar desde lo biológico, como el pelo y la sangre, hasta lo digital, como los registros financieros y los historiales de búsqueda en Internet, pasando por lo físico, como las huellas de neumáticos y la caligrafía, la ciencia forense emplea una variedad de disciplinas que incluyen la toxicología, la biología molecular, la química e incluso la informática.
Durante una investigación, los especialistas forenses recogen y conservan cuidadosamente las pruebas de la escena del crimen para su análisis. Después de una investigación, también se les pide con frecuencia que presenten sus conclusiones ante un tribunal.
¿Cómo puede ayudar el uso de la medicina forense a resolver un crimen?
Los forenses pueden ayudar a resolver un crimen encontrando y analizando todo lo que un culpable deja tras de sí. Este rastro de impactos crea una gran cantidad de pruebas, grandes y pequeñas, que pueden ser de un valor incalculable en una investigación.
Durante siglos, la investigación de la escena del crimen se limitó a los sentidos. Esto significaba que sólo disponíamos de indicios inmediatamente observables, como huellas y armas homicidas. Al carecer de medios para capturar o analizar con precisión las pruebas, la higiene de la escena del crimen era una ocurrencia tardía, en la que los miembros del público y los investigadores descuidados pisoteaban lo que hoy serían pruebas valiosas.
Los forenses modernos siguen basándose en las pistas observables, pero lo invisible es lo que a menudo acaba por resolver un caso. Tres de las técnicas forenses más utilizadas son el análisis de ADN, el cotejo de huellas dactilares y la psicología forense. En el ejemplo de nuestro robo de arte, los investigadores podrían observar los daños en la galería para averiguar qué herramientas utilizaron los ladrones para entrar. Podrían recogerse cabellos y huellas dactilares para obtener pruebas de ADN y contrastarlas con las de los posibles sospechosos. Las huellas y fibras encontradas en la escena también podrían cotejarse potencialmente con lo que llevaban puesto los delincuentes.
Análisis de ADN
Sin embargo, de estos tres métodos forenses, el análisis del ADN es el que se ha desarrollado más recientemente y, gracias a programas de televisión como "CSI: Investigación de la escena del crimen", probablemente sea la técnica en la que primero piensa la mayoría de la gente. El ADN no pudo secuenciarse por completo hasta 1977, lo que supuso el primer paso para poder identificar a personas individuales por su material genético. Esto condujo finalmente al uso pionero del ADN en una condena penal con éxito en EE.UU. en 1987.
Se puede recoger ADN utilizable de una muestra tan pequeña como las trazas de saliva del borde de un vaso, y algunas formas de ADN pueden almacenarse de forma viable durante años. Famosamente, el Asesino del Golden State fue capturado más de 40 años después de su primer asesinato conocido gracias al cotejo del ADN de un familiar lejano.
Coincidencia de huellas dactilares
La gente reconoce desde hace tiempo que nuestras huellas dactilares son únicas. Incluso hay pruebas de que se utilizaron huellas dactilares para firmar tablillas de arcilla en la antigua Mesopotamia. Se cree que la primera persona declarada culpable de un delito utilizando pruebas dactilares fue Francisca Rojas de Buenos Aries en 1892. Las huellas dactilares son dejadas en superficies lisas por los aceites naturales de nuestra piel, y pueden capturarse "espolvoreándolas" con polvo fino, una técnica desarrollada en el siglo XIX que los expertos forenses siguen utilizando hoy en día.
Psicología forense
Los psicólogos forenses tratan de responder a la eterna pregunta de por qué las personas actúan como lo hacen y evalúan las pistas no visibles dentro de la mente de una persona durante el tiempo que rodea a un delito. Los psicólogos forenses tienden un puente entre la salud mental y los procedimientos legales, sirviendo a menudo como testigos expertos en los procesos judiciales. Entrevistan a testigos, acusados y víctimas para analizar el comportamiento, evaluar los estados mentales y aportar ideas que sirvan de base a decisiones jurídicas como la condena y las recomendaciones de tratamiento.
¿Qué es la ciberciencia forense?
¿Estuvo el vigilante del museo buscando "cómo desactivar una cámara de seguridad" días antes del robo? ¿Recibió uno de los sospechosos una cuantiosa transferencia bancaria de un coleccionista de arte sin escrúpulos? ¿El GPS del coche sospechoso de la huida lo situó cerca del museo la noche del robo del cuadro? Todas estas son preguntas que podemos responder hoy en día con la ciberciencia forense.
A medida que aumenta el número de delitos que se cometen en línea, las pruebas digitales son una parte cada vez más importante de las investigaciones criminales. Los especialistas ciberforenses extraen datos de ordenadores, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, además de supervisar el tráfico de la red y los códigos potencialmente maliciosos.
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